Galatea es una luna de Neptuno y fue descubierta en 1989 por la nave espacial Voyager 2. Es una luna muy pequeña y tiene forma irregular debido a su baja densidad. Galatea también tiene una superficie muy oscura, lo que puede sugerir que ha sido alterada por la radiación solar. Se sabe muy poco acerca de la composición de Galatea, pero se cree que está compuesta principalmente por hielo de agua. Además, Galatea tiene una órbita bastante excéntrica, lo que significa que su distancia desde Neptuno varía significativamente durante su revolución.